Los SI pueden ser
herramientas valiosas para convertir la organización en más competitiva y
eficiente. Nos ayudan además a rediseñar y dimensionar la organización,
transformar su estructura, informar y controlar los mecanismos de trabajo, los
flujos de operaciones, e incluso los productos y servicios de la organización.
Los sistemas de información
proporcionan una mayor cantidad de información a los trabajadores, que les
permite tomar unas decisiones que antes debía asumir su jefe.
Un sistemas de información
generan una considerable serie de impactos, consecuencias en el ámbito de la
organización. Deberá amoldarse o ser coherente con las necesidades de ésta, pero
también se produce un fenómeno a la inversa en el seno de los procesos
empresariales. Cualquier procedimiento (entrada de pedidos, producción...)
habrá de amoldarse también, en cierta medida, a las normas que imponga el
sistema, además de tener en cuente otras sobre ya sea control interno, sistemas
de planificación, modelos de comunicaciones formularios, etc..
Como vemos, los sistemas de
información no pueden ser ignorados por los directivos de las organizaciones
dado el importante papel que juegan en las organizaciones mismas hoy en día.
Hay una dependencia cada vez mayor entre estrategia, estructura, y
procedimientos por un lado, y sistemas de información, software, hardware,
bases de datos, telecomunicaciones, por el otro.
Aumentar la cuota de
mercado, convertirse en el productor de mayor calidad o en el de menor coste,
desarrollar nuevos productos, y aumentar la productividad de los empleados son
objetivos que cada vez dependen más de los sistemas de información de la
empresa, puesto que para abordar las acciones que sea necesario llevar a cabo
para lograr estos cambios, será necesario aumentar el volumen de trabajo. Y
hacerlo de una manera lógica, utilizando las informaciones que nos proporcionen
los sistemas de un modo eficaz y eficiente.
A partir de lo expuesto
vemos que los sistemas de información generan una serie de consecuencias y
hacen que los directivos tengan que
plantearse nuevas interrogantes en su organización.
Si deseamos desarrollar un
SI realmente efectivo para una organización, no basta con tener una gran
cantidad de dinero para invertir en TI.
Debemos tener en cuenta que
el avance y desarrollo de las TI actualmente es mucho más rápido que el de las
organizaciones, sobre todo si estas últimas son grandes y tienen demasiada
inercia para adaptarse a las nuevas tecnologías.
No basta con comprar los
ordenadoras y sistemas informáticos más avanzados, si no vamos a ser capaces de
hacer que nuestros empleados les saquen el mayor partido posible, y
simplificamos las barreras de coordinación y comunicación existentes en la
empresa.
Antes de hacer las
inversiones pertinentes en tecnología, habrá que rediseñar los flujos de
trabajo, de tal modo que se eviten pasos innecesarios, y que puedan ser
fácilmente automatizados, sin desperdiciar la potencia que pone a nuestra
disposición las TI.
Así podemos damos cuenta de
que el alcance un SI es mucho mayor de lo que habitualmente se piensa; no
consiste sólo en montar una red de ordenadores, e instalar un software con el
que puedan realizarse unas determinadas tareas. Las implicaciones futuras de un
SI en la empresa, pueden ser cruciales para la supervivencia de la misma.
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