miércoles, 23 de enero de 2013

Introducción


Poseer la información adecuada en el momento adecuado, dada la rápida evolución del entorno y su complejidad, puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso para una empresa.

La globalización, el incremento de la competencia, entre otros factores, han propiciado que las organizaciones se vean en la necesidad de beneficiarse de las ventajas que proporciona la tecnología para poder seguir siendo competitivas. Debido a ello, muchas empresas y organizaciones de variado volumen y sector de actividad se han concienciado de la necesidad de incorporar y modificar sus sistemas de información (que tiene como objetivo fundamental recopilar, procesar, almacenar y distribuir información relevante para los distintos procesos de negocio de una empresa a los usuarios que la precisen, en la forma y el momento adecuados) para la gestión empresarial, a fin de competir en posiciones más ventajosas en el difícil y turbulento estado de los mercados actuales.
En este entorno de rápidos cambios, la información precisa, relevante y oportuna se convierte en uno de los activos más valorados de una empresa, cuando una organización conoce de manera precisa, fiable y frecuente datos acerca de sus procesos de negocio, de la actividad de sus miembros y de las circunstancias y noticias de su entorno, la ejecución de sus operaciones se torna más eficiente, su rendimiento aumente y se logra una mayor competitividad.

Dado que las organizaciones encuentran su razón de ser en la consecución de objetivos, y que éstos y los procesos que se desarrollan para alcanzarlos constituyen en sí mismos información para la propia organización, la información supone por tanto un elemento clave a la hora de tomar decisiones de todo tipo en el entorno empresarial.

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